Portada » Mamíferos » Quirópteros (Chiroptera) » Murciélagos: los mamíferos voladores

Murciélagos: los mamíferos voladores

Murciélagos, mamiferos voladores
Murciélagos, mamiferos voladores

Características y descripción

Los murciélagos son mamíferos voladores pertenecientes al orden Chiroptera (quirópteros). Estos animales son peculiares entre los mamíferos ya que representan al único grupo que ha desarrollado un vuelo verdadero, en el que los individuos se pueden impulsar con sus propias alas, por esa razón la denominación del orden, Quiróptero, significa “ala en la mano”. Los mamíferos voladores representan un número bastante amplio, de hecho se reconoce más de 900 especies en la actualidad.

Una característica única de los mamíferos voladores son sus extremidades delanteras modificadas que soportan una membrana conocida como patagio. Los elementos básicos que componen las extremidades en los mamíferos están también presentes en los murciélagos, variando solamente en los tamaños relativos de huesos y músculos. Las estructuras más largas son las de la mano (huesos metacarpales) y las de los huesos (falanges), y su función es la de proveer control y soporte al patagio durante el vuelo. Estos individuos tienen músculos únicos presentes en el patagio y usan músculos adicionales en el pecho y la espalda para poder mover sus alas de arriba abajo.

El patagio en ciertos murciélagos está unido a las extremidades anteriores y a la cola, es flexible, con gran concentración de vasos sanguíneos. Sus dimensiones y formas varían según hábitos de las especies, los de vuelo lento, las alas son más cortas y anchas, los de vuelo rápido son más largas y anchas. Generalmente no disponen de buena locomoción en la tierra, aunque existen especies que pueden saltar, andar o agatear velozmente.

El cuerpo de los murciélagos está ventralmente comprimido y presentan un cuello corto. Los huesos tienden a ser delgados y livianos. La mayoría del peso del individuo se concentra en el pecho donde están los músculos más grandes que usan para volar. Existe una gran variedad en la morfología de la cabeza de los quirópteros. Aquellas especies nectaríferas tienen hocicos largos y estrechos que les permiten alcanzar dentro de las flores, mientras que especies frugívoras tienen rostros cortos y amplios que son útiles cuando consumen frutas redondas. Las orejas varían de pequeñas y redondas a largas y puntiagudas, generalmente cuentan con un pliegue cartilaginoso ubicado a la entrada del orificio auricular. Los murciélagos pueden llegar a tener ojos pequeños (Microchiroptera) u ojos grandes y desarrollados (Megachiroptera), en ambos casos funcionales.

Ciertas especies de mamíferos voladores presentan una formación cutánea foliar que se dispone al rededor de las fosas nasales. En otras está ausente la cola o ésta es muy corta, al contrario de otros murciélagos que poseen larga cola sobresaliendo como la de un ratón, incluso en ciertos grupos se presenta extendiéndose a lo largo de la membrana.

El pelaje de los murciélagos es usualmente negro o marrón, aunque existen especies con coloraciones grises, blancas, rojas o naranjas. La longitud del pelaje varía desde muy corto y denso a largo y peludo. Los patagios son de color oscuros y con muy poco pelaje en su superficie.

Distribución geográfica y hábitat

Los murciélagos pueden ser encontrados en todo el mundo a lo largo de regiones tropicales y templadas. Se encuentran ausentes en regiones polares y algunas islas remotas de cuerpos continentales. Son habitantes de una gran variedad de hábitats que incluyen bosques templados y tropicales, desiertos, campos abiertos, áreas de cultivo y en ambientes urbanos y suburbanos. Muchas especies prefieren forrajear cerca de arroyos, lagos y lagunas.

El grupo de los mamíferos voladores tiene requerimientos muy específicos en cuanto a los sitios en donde se posan. Pueden llegar a hacerlo en cuevas, grietas, árboles e incluso en asentamientos humanos. También llegan a alternar determinados lugares en función de los meses cálidos o los de invierno.

Alimentación de los murciélagos

Los murciélagos llegan a alimentarse de una gran variedad de fuentes. La mayoría de especies consumen insectos, tomándolos al vuelo o removiéndolos de superficies. En zonas tropicales puede hallarse una mayor abundancia de grupos especializados en comer frutas, néctar o polen. Algunas especies se encuentran adaptadas a rastrear peces.

Solamente tres especies de mamíferos voladores subsisten en base a la sangre de otros vertebrados y todas ellas se encuentran en el neotrópico. Los murciélagos consumen la sangre al hacer pequeñas incisiones con sus colmillos que, junto con componentes anticoagulantes en su saliva, permiten que la sangre siga fluyendo del individuo. Solamente el murciélago vampiro común (Desmodus rotundus) consume sangre de mamíferos, las otras dos (Diaemus youngi y Diphylla ecaudata) obtienen el recurso de las aves.

Reproducción de los mamíferos voladores

Estos mamíferos voladores se han descrito como murciélagos de reproducción estacional, en el que la crías nacen y se desarrollan en los periodos de mayor abundancia de alimentos.

Los mamíferos voladores tropicales suelen nacer casi al inicio de la estación de lluvias. Los murciélagos de zonas templadas se aparean durante el otoño, mientras comienzan a congregarse alrededor de los sitios de hibernación. Estos murciélagos tienen hábitos de vida promiscuos, llegándose a aparear con varios individuos que están en su cercanía. En algunas especies neotropicales se presentan casos en los que uno o dos machos defienden el acceso a un pequeño harem de hembras. Algunas especies presentan comportamientos monógamos, en el que el macho, la hembra y las crías se agrupan y hay un alto grado de cuidado parental por ambos sexos. En la especie Hypsignathus monstrosus, los machos se congregan para mostrarse frente a las hembras y éstas son las que eligen con quien aparearse.

Las hembras generalmente dan a luz a una o dos crías por camada. En casi todas las especies de mamíferos voladores, los recién nacidos son altamente dependientes de la madre en cuanto a protección y alimentación se refiere. Con excepción de algunas murciélagos, todo el cuidado parental es llevado a cabo por la madre. Los juveniles son capaces de volar cuando alcanzan las 2 a 4 semanas de haber nacido. El periodo de gestación es variable, entre 40 a 60 días en especies de murciélagos pequeños, incluso hasta ocho meses en ejemplares mayores. Los del grupo megaquirópteros nacen con pelo y ojos abiertos, sin embargo los microquiróteros nacen generalmente sin pelo y con los ojos cerrados.

En muchas ocasiones determinados grupos de murciélagos crían en colonias, la localización de las crías por parte de las madres se lleva a cabo por medio de sonidos y también mediante emisión de olores. Las hembras presentan dos mamas, aunque determinadas especies pueden presentar otras dos falsas mamas, que sirven de sujeción a las propias crías.

Comportamiento

Los murciélagos son considerados animales mamíferos gregarios, aunque algunas especies pueden vivir en grupos reducidos, son pocos los que llevan una vida en solitario. Se comunican mediante señales auditivas, olfativas y visuales.

Los microquirópteros utilizan la detección de ultrasonidos para localizar y dar caza a sus presas, es decir, emiten sonidos ultrasónicos, en los que el eco llegan a sus oídos y de esa manera pueden orientarse, salvar obstáculos, advertir depredadores o localizar a sus presas. En los megaquirópteros no está presente la detección ultrasónica, aunque emiten ciertos sonidos a modo de comunicación con sus congéneres.

Datos adicionales

Aproximadamente un 25% de las especies de quirópteros o mamíferos voladores se consideran como amenazadas según la Lista Roja de la IUCN. Cerca de 12 especies se han declarado extintas en tiempos recientes, principalmente debido a la destrucción y fragmentación de su hábitat. Muchos son exterminados por el propio hombre, motivados por mitos y creencias populares que los consideran animales dañinos o malignos.

Los murciélagos tienen una expectativa de vida de hasta 30 años, pero la mayoría varía entre 10 y 25 años.

Algunas especies tienen un impacto positivo para el hombre como ciertos quirópteros frugívoros que son cocinados y representan una fuente de alimentación humana. El estiércol que desprende puede ser aprovechado como abono para plantas, incluso son utilizados en investigaciones científicas. También pueden presentar un impacto negativo, especialmente aquellos que consumen sangre y el perjuicio que puede ocasionar al ganado, o los murciélagos frugívoros, auténticos devoradores de cosechas, incluso se han documentado ciertas zoonosis, como es el caso de transmisión de la rabia.

Clasificación de los murciélagos (quirópteros)

Los murciélagos, orden Quirópteros, se clasifican en dos grupos (Simmons y Geisler, 1998), los Megaquirópteros y los Microquirópteros. En ambos casos el término hace también referencia al tamaño del murciélago, aunque dicha clasificación no está del todo definida, ya que existen algunas excepciones que no siguen esa clasificación.

Los megaquirópteros son de hábitos frugívoros pertenecen al Viejo Mundo y actualmente existe una sola familia: Pteropodidae.

Los microquirópteros se alimentan de insectos, aunque existen especies carnívoras y otras que consumen sangre. Se agrupan según algunos científicos en cuatro superfamilias:

  • Super Familia Emballonuroidea
    • Familia Emballonuridae
    • Familia Nycteridae
  • Super Familia Noctilionoidea
  • Familia Furipteridae
  • Familia Mormoopidae
  • Familia Mystacinidae
  • Familia Myzopodidae
  • Familia Noctilionidae
  • Familia Phyllostomidae
  • Familia Thyropteridae
  • Familia Craseonycteridae
  • Familia Hipposideridae
  • Familia Megadermatidae
  • Familia Rhinolophidae
  • Familia Rhinopomatidae
  • Familia Cistugidae
  • Familia Miniopteridae
  • Familia Molossidae
  • Familia Natalidae
  • Familia Vespertilionidae

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *