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Adaptaciones de los mamíferos, ejemplos

Adaptaciones de los mamíferos
Adaptaciones de los mamíferos

A lo largo de los tiempos los mamíferos han desarrollado numerosas adaptaciones que les han permitido evolucionar con éxito en determinados entornos o ambientes. Las adaptaciones de los mamíferos están relacionadas con su morfología, la cual se habitúa al ambiente de su zona de procedencia. Una de las adaptaciones más importante es la vinculada con su locomoción, así tenemos mamíferos:

– Plantígrados: son mamíferos de marcha lenta, por esa razón se apoyan en el suelo con toda la planta de su pie, como es el caso de los osos.

– Digitígrados: su marcha es rápida gracias al apoyo exclusivo de los dedos sobre la zona terrestre en que transitan, esta locomoción es característica de los felinos y caninos.

– Ungulígrados: al igual que en el caso anterior se apoyan con los dedos, pero en estos animales el caminar es más extremo, ya que lo hacen únicamente con la punta de sus dedos, por lo que adquieren mayor velocidad, por ejemplo, los ciervos, venados, caballos, etc. En todos destaca la pezuña que protege sus falanges; en función del número de pezuñas se clasifican en artiodáctilos (poseen número par) y perisodáctilo (poseen número impar de pezuñas).

– Mamíferos con adaptaciones al salto: Los más destacados son los lagomorfos, sus largas extremidades posteriores les facultan para correr y dar grandes saltos.

– Voladores: animales con capacidad para el vuelo, sus adaptaciones son diferentes al de las propias aves.

– Acuáticos: mamíferos capacitados para vivir en ambientes acuáticos, tanto en agua dulce como en agua salada.

Mamíferos voladores

Son los únicos mamíferos con capacidad de volar. A parte de su manos modificadas en alas, han desarrollado otras adaptaciones, por ejemplo, un oído muy sofisticado, o el hecho de presentar, los microquirópteros, un perfeccionado sistema de detección de ultrasonidos.

Gracias al alargamiento del antebrazo y también de sus dedos, a excepción del pulgar, además de la presencia de patagio, han podido adaptarse con facultades para el vuelo sostenido.

Adaptaciones mamíferos acuáticos

Es asombrosa la capacidad de adaptación de mamíferos que viven en el interior de las aguas, como es el caso de las ballenas o delfines. Sus formas pisciformes y los miembros anteriores convertidas en aletas representan una extraordinaria conversión evolutiva.

Destacan también los sirenios con extremidades anteriores convertidas en remos, a diferencia de los cetáceos, las articulaciones presentes en las aletas son móviles, también sorprenden el desarrollo de su hocico y su adaptación para hozar en el medio marino.

Mamíferos semi-acuáticos

Focas, leones marinos o morsas, a diferencia de los anteriores, pueden permanecer largo tiempo en tierra firme, sobre todo llegada la época de reproducción. Sus cuerpos hidrodinámicos y las extremidades anteriores en forma de aletas representan adaptaciones morfológicas a la vida acuática, además de poder desplazarse en tierra firme gracias a la conservación de sus extremidades posteriores.

Existen otros mamíferos con costumbres acuáticas, como es el caso de la nutria o el extraordinario ornitorrinco, han desarrollado membranas interdigitales para nadar ágilmente en el agua.

Mamíferos arborícolas

Son animales que habitan en zonas boscosas con abundante vegetación; para poder desplazarse entre árboles y maleza han desarrollado especiales adaptaciones: colas alargadas, colas prensiles a modo de una quinta mano, algunos dedos de sus manos oponibles para poder agarrarse a las ramas. El número de estos mamíferos es muy extenso, algunos son muy conocidos, por ejemplo, el koala, los primates o los curiosos planeadores, estos últimos han desarrollado una membrana entre el cuerpo y patas que le habilita para planear, saltando cómodamente entre árbol y árbol, como es el caso de los petauros.

Mamíferos de las llanuras

En los hábitats de praderas viven muchos mamíferos, entre sus adaptaciones destacan el cuerpo adaptado a la carrera, muy sofisticado entre animales predadores, las patas largas de los ungulados, o aquellos que viven en comunidad y en que prevalece un gran desarrollo de los órganos sensoriales como medio de comunicación, sin olvidar los que viven en madrigueras, muchos con buenas cualidades para la excavación de galerías. El número de especies es amplio a modo de ejemplo destacan algunas especies de pequeños roedores, perritos de las praderas, incluso los leones.

Mamíferos de zonas árticas

Adaptados a sobrevivir en ambientes en los que predominan las bajas temperaturas o frío extremo, estos animales han sufrido especiales adaptaciones como el buey almizclado y su manto tupido; cambios de pelaje acordes con las estaciones meteorológicas, por ejemplo la liebre variable; la melena del caribú del Ártico, sus propios cuernos también presente en ejemplares hembras o su visión ultravioleta, muy útil para ver mejor entre la blanca nieve.

Mamíferos del desierto

Es sorprendente que existan animales que vivan en zonas de calor extremo. Normalmente durante el día permanecen refugiados entre malezas y madrigueras, sus hábitos más bien nocturnos les ayuda a evitar las altas temperaturas en horario diurno. También sus cuerpos sufren adaptaciones, principalmente para que puedan permanecer hidratados frente a la escasa humedad existente en las zonas desérticas, un ejemplo característico es el camello y sus facultades para permanecer sin beber ni comer durante muchos días gracias al almacenamiento de grasa en su joroba, raramente sudan, por lo que conservan buenas facultades para retener líquido por mucho tiempo.


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