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Cabra montesa – Capra pyrenaica, un bóvido de la Península Ibérica

Cabra montesa, Capra pyrenaica
Cabra montesa, Capra pyrenaica
Sílvia Martín/CC BY 2.0

Taxonomía y distribución de la cabra montesa

Capra pyrenaica o mejor conocida como cabra montesa es un organismo que pertenece al reino Animalia, filo Chordata, clase Mammalia (mamíferos), orden Artioctylada, familia Bovidae, género Capra, especie Capra pyrenaica. El género incluye 8 especies. Las subespecies descritas son 4 en total, basadas en diferencias morfológicas y de distribución, éstas son: C. pyrenaica hispanica, C. pyrenaica lusitanica, C. pyrenaica pyrenaica y C. pyrenaica victoriae de las cuales dos se encuentran extintas en la actualidad (C. pirenaica pyrenaica y C. pyrenaica lusitanica). Fue descrita por primera vez por Schinz en el año 1838.

Otros nombres con los que se le conoce a C. pyrenaica: Cabra montesa, Cabra montés, Cabra hispánica, Cabra salvatge, Basahuntz pirinear, Hirco, Iberischer Steinbock, Bouquetin iberique, Stambecco, wild goat, Ibex, Iberian wild goat (cabra montesa ibérica).

Distribución de la cabra montesa, Capra pyrenaica
Distribución de la cabra montesa

La cabra montesa se encuentra distribuida en Europa, específicamente en la Península Ibérica. Su hábitat está formado por zonas montañosas, con pendientes y quebradas, con vegetación mayormente arbustiva, preferiblemente lejos de edificaciones y asentamientos humanos. El factor limitante del hábitat es la disponibilidad de alimento. En relación a la altitud, el rango es variable y depende del sexo del animal, de la edad y de la estación del año, llegándose a encontrar cabras montesas hasta 3300 metros sobre el nivel del mar.

Características morfológicas y de comportamiento de la cabra montesa

Capra pyrenaica es una cabra de tamaño regular, normalmente no alcanzan más de 140 cm de longitud y 80 Kg de peso, poseen cuatro patas con pezuñas y una cola corta. La coloración de esta especie varía en hembras y machos, así como en jóvenes y adultos y también depende de la estación del año. Los juveniles son de coloraciones más claras (entre marrones y rojizos), los adultos son por lo general más oscuros, sobre todo los machos. La cabra montesa está dotada de dos cuernos en su cabeza, los cuales están conformados por segmentos que se denominan medrones, el número de estos segmentos es utilizado para conocer la edad de los machos, en las hembras esto no es posible, ya que su cornamenta es de menor tamaño y deja de crecer aproximadamente a los 5 o 6 años de edad.

Esta cabra presenta dimorfismo sexual, al ser los machos más grandes y pesados que las hembras, además de que sus cuernos son de mayor grosor y longitud, se han encontrado machos con cuernos hasta de 90 cm; las coloraciones del cuerpo también son más oscuras en los machos que en las hembras y éstos poseen barbas. Así, los machos pueden medir hasta 140 cm de largo y pesar hasta 80 Kg, mientras las hembras alcanzan los 130 cm de longitud y hasta 46 Kg de peso.

C. pyrenaica camina apoyando los dedos que están recubiertos por pezuñas, lo que lo engloba dentro de los animales ungulados; sus patas y sus pezuñas les permiten vivir satisfactoriamente en ambientes montañosos muy escarpados. Son mamíferos que viven en grupos, pero sobre todo las hembras con sus crías, en los que solo participan los machos durante las épocas reproductivas. Los depredadores principales de estos mamíferos son Aquila chrysaetos y Vulpes vulpes, el águila real y el zorro, respectivamente.

La cabra montesa presenta un número diploide de 60 cromosomas, al igual que otras especies con las que comparte el género Capra, lo que permite la hibridación entre ellas, hecho que podría explicar la diversidad de especies y subespecies existentes en la actualidad, pero que les ocasiona una baja variabilidad genética.

Alimentación de Capra pyrenaica

La cabra montesa es un mamífero herbívoro, con una dieta variada a lo largo del año, que incluye tanto plantas herbáceas como leñosas, dependiendo de la disponibilidad del alimento, del aporte nutritivo y la estación del año.

Entre las especies leñosas registradas que sirven de alimento a C. pyrenaica podemos mencionar a Vella spinosa, Quercus ilex, Artemisia sp., Adenocarpus decorticans, Phlomis lychnitis, Pinus nigra, Phyllyrea latifolia, Erinacea anthyllis. Las especies herbáceas reportadas como preferidas en algunas zonas geográficas son Agrostis nevadensis, Festuca iberica y Dactylis glomerata.

Reproducción de la cabra montesa

Los machos de C. pyrenaica se reproducen con varias hembras, conducta que se denomina poligamia. La época reproductiva oscila entre noviembre y febrero y está caracterizada por una fuerte lucha entre los machos para ganarse a las hembras y un comportamiento pre-cortejo en el que los machos levantan la cola, encorvan la columna vertebral y mueven la cabeza hacia los lados; el cortejo incluye movimientos de la lengua, patadas y extensión de cuello y cabeza. En el momento que se da la ovulación en las hembras es que ellas van a acceder a la aproximación de los machos para que se inicie el encuentro sexual.

El período de gestación de la cabra montesa tiene una duración estimada de 5 meses, período después del cual las hembras se separaran de su población para dar a luz a su cabritillo, aunque se han reportado casos de partos dobles. Las crías nacen en los meses de mayo y junio, sin cuernos, y éstos comienzan a aparecer y desarrollarse a partir de los 28 días aproximadamente. El cuidado parental es realizado normalmente por las hembras.

Vulnerabilidad y amenazas de Capra pyrenzaica

La cabra montesa se encuentra caracterizada como “Preocupación menor” según la lista roja del IUCN del 2008, principalmente debido a la alta densidad poblacional que todavía posee esta especie.

Las principales amenazas para la supervivencia de la cabra montesa incluyen la fragmentación del hábitat, la caza sin permiso, la competencia con otros animales ungulados que compartieran el mismo hábitat, sobre todo del ganado caprino, la baja variabilidad de sus genes y las enfermedades que afectan a este tipo de mamíferos, como la sarna sarcóptica causada por Sarcoptes scabiei, la brucelosis, la tuberculosis, entre muchas otras.

Referencias

– Alados, C.; Escós, J. (2017)
– García, P. (2013)
– Granados, J.; Serrano, E.; Pérez, M.; Fandos, P.; Weykam, S.; Soriguer, R. (2001)
– Granados, J.; Pérez, J.; Márquez, F.; Serrano, E.; Soriguer, R.; Fandos, P. (2001)
– Herrero, J.; Pérez, J. (2008)
– Moco, G.; Serrano, E.; Pérez, J. (2008)
– Refoyo, P.; Olmedo, C.; Barba, M.; Muñoz, B. (2016)


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